Escucho el vaivén constante de la mochila
de mi baño que pierde agua a rolete.
Mis oídos podrían tomar a las goteras
por cascadas termales, por la música ambiental
de una selva pequeña o de una choza pequeña
en una zona húmeda- pero se ponen inquietos.
Es mi baño, ese. Da justo a la pared de mi habitación
donde se apoya el televisor donado.
10 pulgadas, 12 pulgadas más o menos.
Nunca se pudre la papa del televisor,
porque nunca la prendo.
2 comentarios:
y este también!
doméstico pero fantástico
y viceversa,
lendo!
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