20.7.06

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Caminamos para el lado que no son las avenidas.

Nueve horas de trabajo hacen la maldición anónima

de no saber qué clase de talleres y comercios rodean mi casa,

qué lado de la vereda recibe sol a esta hora

..la montaña de bolsas de basura

parece acumulada, traida de otros barrios.


Llevo la vara en la axila izquierda, surcando

costado a costado como proa

con el impulso de ritmo que le imprimen mis pies.

Simulo usarla de sable

contra violadores y ladrones inventados.

La choco contra tachos de basura

y contra el auto abandonado de la puerta de un gimnasio.

Un profesor y dos aspirantes se asoman

y sin embargo, hoy es feriado.


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1 comentario:

nv dijo...

9 horas diarias de trabajo hacen eso: nuestra pocilga,el barrio de nuestra pocilga, dejaron de ser nuestros. La poesía es la varita que tenemos para conjurar la maldición.