21.7.06

Mil ladrillos

Antes de subir ya está la silla
acomodada y el vaso enfrente de la silla
me espera. -Querés una
que sepamos todas, con la boca-
y la ceja enjuta, oscura
de, quien joven, aplico esquirlas con los bordes
de las palabras y las sobras del cinismo.
Hoy traigo las manos llenas
para tu desilución y mi contingencia:
esta muñeca pequeña, simpática, y bien dura.
Es hermosa porque es imitación,
nadie piensa que es hermosa
por primogénita o continua..
La conocí atrás de una vidriera
de un balneario con nombre de santo,
me miró como miran los objetos,
los cachorros y los huérfanos a las mujeres;
que la ayude a morar tu parquet,
que la vuelva cosa preferida

- -una mezcla de sensibilidad religiosa
y hermética hace prosa en tu oración, alrededor
de los muebles y la colcha blanca, doble
o al final de tus poemas, se disfraza
con aspecto de carpintero la modernidad
y la pala triste que te excede;
vas poniéndote emocionado - -


Le querés levantar la pollera
a la muñeca plástica, pero está pegada,
esa cohesión conviene, según -No quiero
ninguna estatuilla que me recuerde
tu ingle sin depilar - Me sofoco y me pongo
en el lugar del perchero: los hombros me dominan,
insisto en que la apoyes. Mucho
tiene que ver la disposición del ornamento
y el elemento viejo en los espacios,
en los estantes que adocenan las paredes, donde
todo lo que vemos es de una profundidad
imposible de asimilar por la sensatez.

- -una mezcla de sensibilidad religiosa
y hermética hace prosa en tu oración, alrededor
del cepillo de dientes, no te atrevés
a pasar ni una esponja - -


Ponés la muñeca al lado de los compact.
Al lado, un pedazo de pan,
al otro, publicidad de supermercado
..es aburrida la manera que distribuye
tu pasado en mis renglones, tus relatos
de campitos y fulbachos; también tengo,
la lista de tus hermanos; no la quiero,
las historias de tu zaino, de tu tio y tu mucama
están a salvo en la mugre del living

- -una mezcla de sensibilidad religiosa
y hermética hace prosa en tu oración, alrededor tuyo,
pero entre la gente sos gráfico, obsceno - -


A mí la infancia me cosecha doble
el recuerdo principal con que jugaba
los castillos, un amor y una familia en
mil ladrillos, y los bloques.
A veces rompecabezas, a veces autos,
siempre para el lado de la contra.
Cultivando un tic más amargo que sonoro
y muy idealista, jugaba
por sobre todas las ropas.


-

4 comentarios:

Jack Celliers dijo...

Hola.

Sí, tenés razón. Es que alguna vez dejaste un comentario un tanto ironicoagresivo en mi blog y no me olvidé. Soy así: rencoroso, mala entraña.

Soy un simple comunista copado, totalmente convencional. No me des bola.

nv dijo...

Muchacha oficina: deslumbrante poema. Siga con la vara

Anónimo dijo...

viene con la fuerza de los dos mil bombos del post anterior.

Desdichada dijo...

qué pasa con nuestras infancias? esta semana también estuve pensando y escribiendo sobre ello.